jueves, 13 de noviembre de 2008

Diagnóstico físico y emocional a través del color: el prisma

El prisma es un pentaedro de caras triangulares que descompone la luz en los siete rayos del del arco iris. Al descomponer el espectro de colores, permite saber el estado de energía y salud de las personas, así como el campo energético de objetos y lugares que son observados a través de él. Es muy adecuado también para constatar resultados en terapias como el Reiki el Shiatsu las Flores de Bach, etc.

La utilización del prisma como elemento diagnóstico en la terapia vibracional del color se remonta a cincuenta años atrás y es del Dr Bhattcharya en Bengala Occidental, India, quien hace un uso preferencial del prisma para diagnosticar toda clase de disfunciones en el ser humano, tanto en la parte orgánica como emocional, mental o espiritual.

La persona a la cual se mira con el prisma aparece rodeada de distintos colores, algunos en formas de capas vibracionales alrededor de la persona y otros que emergen de zonas u órganos que emiten distintas coloraciones. Cada color tiene un significado específico. Por ejemplo, se mira a un paciente a través del prisma y muestra colores grises, negros o marrones oscuros en el rostro. Esto significa por una parte que la energía general de la persona está baja y que puede estar pasando por un momento depresivo. Además puede significar, de acuerdo a la ubicación de los colores alrededor de la boca, ojos, nariz u oídos, que éstos se encuentran en un estado alterado por diversos motivos, desde una fiebre o gripe a otro tipo de patologías o anomalías.

El reflejo de los colores en el cuerpo puede interpretarse de distintas maneras:
si una persona presenta colores rojo oscuro y amarillo en la zona del hígado, ésto nos indica que el órgano se encuentra en un estado de alteración que puede manifestarse físicamente como un cólico hepático y en su faceta emocional como resentimiento o rabia. Los colores amarillos revelan una actividad en el área y el rojo oscuro rabia o sentimiento negativo.


Alumnos míos, profesores de Yoga, han podido constatar sin ningún género de dudas que después de una clase de Yoga cambian los colores. Mirando una decena de personas al comienzo de la clase arrojaban colores de gran actividad: rojos vivos y amarillos que cuando son brillantes y vivos no indican necesariamente patología, sino una actividad fuerte a nivel de sistema nervioso, ya sea a nivel físico o mental. Al finalizar la clase, se les observó nuevamente con el prisma y casi todos presentaban una fuerte preponderancia de tonos azules y violeta. ¿Que indica ésto? Los tonos azules, en este caso, una comprensión y entendimiento intelectual más profundo y relajado; los tonos violetas, profunda paz y tranquilidad del sistema nervioso, con un contacto mayor con la capa vibracional espiritual.

Carlos Cruz Leplat

CURSO:
Cromoterapia y uso del prisma. Barcelona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario